COSAS BONITAS DE LANA PARA NIÑOS
A estas alturas, creo que todos, hasta los más perezosos, hemos sacado el armario de invierno. ¡El de los niños seguro que fue el primero! Y apetece abrigarse, enfundarse cosas calientes, suaves y bonitas. Y, al menos a mí, me apetece ponerme cosas diferentes que no estén en todas las tiendas, que parecen creadas exclusivamente para tí…
Cosas que llevan el sello de estar hechas a mano, con amor, con cariño…
Prendas llenas de color y de calor que los niños no querrán quitarse
y tú no podrás dejar de mirarlos.
Y, todo esto, lo he encontrado en EL PUNTO MADRID, un lugar donde tejen, venden, aconsejan, dan talleres y se emocionan con lo que hacen.
Rocio, Carmen y Lola son el alma de este lugar cargado de inspiración procedente de múltiples viajes por el mundo pero con el toque castizo de nuestra urbe que cada vez tiene más seguidores y adeptos, algo que entiendo perfectamente; no es lo mismo tejer al olor de un café y pastelitos. Yo ya estoy pensando en sacar un hueco para retomar todo lo que mi abuela me enseñó: crochet, ganchillo, tejer.
Una tradición que ha pasado de generación en generación tiene que ser especial y por esa razón venden lo que ellas realizan en la tienda pero también ponen a vuestra disposición multitud de talleres con lanas, algodones, telas, botones…Compartir la experiencia de otros y su lado creativo es ¡divertido y reconfortante!
Claro que el taller de bordado mexicano me parece sublime, me lo apunto para la próxima. Y a ver si consigo aproximarme otro poquito a esa vida slow que anhelo .
¡Y muy pronto tienda on line! ¡Su entusiasmo no tiene límites! ¿Qué me decís de esto?
En el Punto Madrid han sido pioneros en abrir la primera tienda de lanas multidisciplinar, con propuestas muy diversas desde jornadas de Tejer en Público hasta Talleres de Bordado ¿Ya os lo he dicho? Es que el momento mexicano me encanta, perdón. El Punto es un sitio de referencia para tejedores pero también un lugar de encuentro y ocio ¿Qué más deciros?
Estas reuniones dan auténtica envidia, y no me molesto en explicar de la buena o de la mala, porque la mala no la concibo. Es esa envidia que despierta el buen hacer y querer formar parte de ella, porque es un privilegio estar entre esos hilos que nos conectan a todos y en este caso ¡son visibles y de colores!
Gracias por colaborar con Tirando del rizo
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